Ofertan jacuzzi y homofobia: Habitaciones en La Habana solo para parejas heterosexuales


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Alojamientos que no aceptan parejas LGBTI+ (Fotos: Facebook)

Se alquilan habitaciones en La Habana, decoradas para impresionar, con jacuzzi y vistas de la ciudad. Sin embargo, las promociones que publican en las redes sociales no aclaran que solo aceptan parejas heterosexuales.

El pasado 22 de enero, un usuario de Facebook que se hace llamar Oss Marr Ernesto Ávila Valdeón, contó que quería dar una sorpresa a su novio por el Día de los Enamorados, como se conoce en Cuba y en otros países al 14 de febrero. La fiesta íntima fracasó cuando la dueña o encargada del alojamiento supo que se trataba de una pareja de hombres.

«Esto no es más que discriminación cruda y ruda», dijo.

Ávila Valdeón publicó una captura de pantalla de la conversación que sostuvieron en WhatsApp.

«Disculpa la indiscreción, ¿son pareja de hombres? Es que no lo aceptamos. Disculpa», le advirtió la mujer, identificada como Dainelys Martínez Román.  

«Yo espero que mis amigos, compañeros y miembros de la comunidad, se hagan eco de esto», escribió Ávila Valdeón en Facebook.

Una pareja de lesbianas recibió otro portazo al reservar en ese alojamiento. «Incluso ya habían pagado por adelantado la mitad del servicio», contó Oss Marr. Cuando informaron que también eran una pareja del mismo género, «la respuesta fue la misma: eso no lo aceptamos».

La actriz y activista trans Kiriam Gutiérrez compartió en Facebook la denuncia de Ávila Valdeón y calificó el incidente de «homofobia nivel Vía Láctea».

Apenas una semana después, Lua Cheia, una activista lesbiana, denunció el rechazo de otro alojamiento que se niega a admitir parejas LGBTI+. También ocurrió en La Habana, a la vista del 14 de febrero.

«¿Recuerdan hace unos días la publicación de un muchacho que se quejaba porque no quisieron alquilarle una habitación para el 14 de febrero por ser homosexual? Sí, lo hicieron de nuevo. Esta vez ni siquiera contestaron, directo me bloquearon», relató en su perfil de Facebook.

«La ley cubana contempla sanciones para este tipo de comportamientos, pero más allá de eso… Les pido que hagamos boicot», pidió la activista Yennys Hernández Molina, miembro de la Plataforma 11M, el único grupo LGBTI+ independiente que trabaja actualmente en Cuba.

Jenny Cruz reaccionó al post de Lua Cheia y se identificó como la propietaria del alojamiento.

«No tenemos nada en contra de las parejas gays ni lesbianas. Respetamos todos los derechos de los ciudadanos y todas las reglamentaciones establecidas en la ley y estamos en total desacuerdo con la homofobia», escribió Cruz.

También explicó que «alguien hizo nuestra misma publicación o contactaron a una persona que tiene que ver con las decoraciones. Ella hace su servicio independiente, nada que ver con el de nosotros. Hasta hoy supe que, por problemas religiosos, ellos no hacían este tipo de servicio».

Yennys Hernández Molina se comunicó con Cruz y le solicitó los datos de la presunta decoradora que había negado el servicio a Lua Cheia. A varios días del incidente no ha obtenido más información sobre la presunta responsable.

«Para mí, no darlo es como ser cómplices y mostraría que les preocupa más el boicot y la demanda que el haber contratado a una persona o negocio que discriminó a nombre de ellos», escribió Hernández Molina. Observó, además que «esa otra persona también tiene un negocio donde seguramente negará servicios bajo el mismo pretexto».

No es la primera vez que emprendedores usan el «derecho de admisión» como argumento para negar servicios a parejas LGBTI+ en La Habana.

En el verano de 2018, Efe Bar expulsó a Brian Canelles y Arian Abreu por tomarse una selfie mientras se besaban. Antes de echarlos, el agente de seguridad les dijo: «No nos interesa ese público, no queremos ganarnos esa fama».

La expulsión de Canelles y Abreu hizo reaccionar a la comunidad LGBTI+. Efe Bar fue boicoteado con éxito en las redes sociales. No pasó lo mismo en 2015 con KingBar.

El 27 de junio de ese año, en conmemoración de la revuelta de Stonewall, un grupo de activistas planificó una «besada» para llamar la atención sobre la política de acceso discriminatoria que practicaba KingBar.

El poeta y dramaturgo Norge Espinosa, uno de los organizadores de la «besada», explicó entonces que los dueños «no se sentían a gusto con demasiados gays y lesbianas dentro de sus predios».

Han pasado cinco años desde que los activistas marcharon sobre KingBar. A Ávila Valdeón le «cuesta creer que en este año y este siglo (…) sigamos teniendo que asombrarnos por respuestas como estas que nos denigran».

Después de la invitación al boicot que hicieron algunos activistas LGBTI+ en Facebook, Jenny Cruz añadió una nota a la información general que ofrece a sus clientes en WhatsApp: «No tenemos ningún problema con la homosexualidad».

La actual Constitución de la República de Cuba, en vigor desde 2019, declara que todas las personas «reciben la misma protección y trato de las autoridades» y no pueden ser discriminadas «por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género».

El Código Penal, por su parte, tipifica el Delito contra el derecho de igualdad, que sanciona con multa o cárcel de hasta dos años a quien «discrimine a otra persona o promueva e incite a la discriminación».

Maykel González Vivero

Maykel González Vivero

Periodista.

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