Ser un campesino en Cuba es tostarse por horas al sol por ver crecer un tomate, aunque sus producciones no sean suficientes para alimentar a su país y cada día los brazos jóvenes huyan lejos de todo vestigio campestre.
Cuba más que una isla, es un universo paralelo. Para ilustrar el aislamiento de Cuba Gabriel Guerra Bianchini reemplazó el mar por las nubes. El clásico Malecón de La Habana se transforma así en el borde de un abismo.