De un lado de la bahía habanera queda el bullicio de la ciudad, el ir y venir constante de la gente; mientras que al otro lado, justo en la fortaleza militar San Carlos de la Cabaña, una suerte de cómic viviente invade la edificación colonial.
Las aguas de Hanabanilla, el mayor lago intramontano de Cuba, parecen un mar en calma. Esta presa se abre en las entrañas del macizo Guamuhaya, al centro del país, 364 metros sobre el nivel de mar.
En medio de la maleza, el río se presenta como un antídoto natural contra el aburrimiento. Se advierte: “Río contaminado”. Pero la prohibición no detiene a los bañistas. Un fotorreportaje sobre la manera de vivir el verano en Cuba. Por Yariel Valdés.