Cuando salí a la calle, solo sentí el calor y el polvo del muro del Malecón golpearme la cara. Menos carros, menos ruido. Incluso menos reguetón. Tal vez por la certeza de saber que cierta epidemia china ya no es sólo internacional, sino también cubana. Como si fuera culpa de tres italianos o, antes, de los chinos. Como si fuera culpa de alguien enfermar, sufrir, o morir.
El domingo 7 de abril medio millar de personas salieron a las calles de La Habana por los derechos de los animales. Esta marcha llamó la atención sobre los hechos cotidianos: los animales son maltratados, los animales no tienen la protección que merecen. (Fotos: Alejandro Trujillo Valdés)
Foto de portada: (Foto: Alejandro Trujillo Valdés)
Las nuevas medidas del Gobierno cubano relacionadas con el transporte privado en La Habana fueron recibidas con el Trancón, un paro convocado por taxistas de la capital en la primera quincena de diciembre. Enseguida creció la ansiedad de los pasajeros.
Las organizaciones de masas escribieron consignas “revolucionarias” en los edificios sin terminar, como si fueran adversarias de la desidia y el abandono.
Cuba no produce energía nuclear, sin embargo, una ciudad nuclear se levanta al centro sur de la isla, junto a la bahía de Cienfuegos.