Hoy la gente no quiere comprar nada de esto, hoy lo que compran es carne. Foto: Darcy Borrero.
«Hay ron», se lee al mediodía del 24 de diciembre de 2019 en un cartel adornado con estrellas y caras felices a la entrada de la unidad de comercio No. 1174, consejo popular La Güinera. Eso es para llamarlas, a las dos, por sus nombres oficiales, porque en realidad esto es una bodega de zona marginada en una callejuela más de esta Habana periférica que no sale en revistas y solo es trascendente por sus historias de machetes y pistolas criollas. Especialmente si es diciembre, cuando la gente del barrio toma (más) ron y se pone demasiado contenta.
El «cronograma legislativo» aprobado por la Asamblea Nacional el Poder Popular y revelado extraoficialmente esta semana no contempla una ley integral contra la violencia de género, en contradicción con las recientes declaraciones del presidente cubano sobre este problema.
«En los próximos meses y años debemos aprobar nuevas leyes y prepararnos para legislar sobre temas trascendentes por su alta sensibilidad, que incluye algunos que han sido motivo de preocupación por diversas personas, relacionados con la violencia de género, el racismo, el maltrato animal y la diversidad sexual», dijo el presidente cubano este sábado en la clausura de las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La psicóloga Liliana Morenza, una de las integrantes del equipo de investigación de psicólogos en las UMAP, junto a dos homosexuales pertenecientes a la Compañía 4, Batallón 7, Unidad de Ayuda a la Producción. “La Violeta”, Camagüey, 1967. Cortesía de la doctora María Elena Solé a Abel Sierra.
Por más de 50 años José Rolando Valdés no contó que él mismo se tuvo que arrancar una muela a sangre fría con una cuchara, ni que fue golpeado y tirado sin ropa por cuatro días en un calabazo. Tampoco dijo que fue obligado a seguir trabajando en un campo de caña con un brazo lastimado por un machetazo. Sentía vergüenza, así que casi nadie supo sobre el trabajo forzado y vejaciones que padeció. Durante más de cinco décadas calló sobre su reclusión en las UMAP.
Colectivo LGBTI+ defendiendo la obra de Fabián Cháirez en el Palacio de Bellas Artes. Foto: Claudia Padrón.
Este sábado continuaba cerrado el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México. No abría desde el martes anterior, cuando miembros de la comunidad LGBTI+ fueron agredidos por campesinos de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) dentro del museo. Esa semana los zapatistas decidieron bloquear las inmediaciones del local para exigir el retiro de un retrato que osó feminizar a un líder emblemático de un país machista. «Que lo quemen», gritaban los manifestantes.