El heterosexual que se me rompió (II parte y final al viejo estilo)

Cuatro años es tiempo suficiente para abarcar más de 5 profesiones, ofrecerme en matrimonio 10 veces e idear irme del país por todas las formas ideables.
Cuatro años es tiempo suficiente para abarcar más de 5 profesiones, ofrecerme en matrimonio 10 veces e idear irme del país por todas las formas ideables.
«Delantero» fue transmitido por la televisión nacional en el programa juvenil «Una calle, mil caminos». El telefilme mostró sin tapujos un beso gay que probablemente sea el más largo de una producción cubana transmitida en la televisión nacional.
Ese junio hacía un año que yo había salido del clóset. Un poco turbulento todo. Fue a los 20 años rompí el clóset. El pelo se me incendió, rojo fuego, y así peregriné hacia el centro de Cuba.
Es tarde para lo que voy a sugerir, pero a nadie se le ocurra entrar en modo «despecho» en plena segunda temporada de cuarentena. Para quienes aún no salen del bache, lo dice un tropecista profesional, les quiero informar una cosa: a algún cretino se le ocurrió que el 29 de julio es una buena jornada para «celebrar» el Día Internacional de Mal de Amores. Pero hoy es 30, el día después.
Osmani dejó su cargo de instructor penal en el Ministerio del Interior (Minint) hace más de 2 años. Había trabajado en varias unidades de policía en La Habana. Esta historia no tendría nada de especial si no fuera porque aceptó su orientación sexual un tiempo antes de ingresar a la vida militar.