En Portada
Vayamos por el matrimonio igualitario, ¡sin plebiscito!
5,511 Vistas

Mi casa siempre la visitaron todo tipo de personas: de diferentes religiones, preferencias sexuales, ideologías… Aprendí a relacionarme con todo lo humano de un modo muy natural, y también a ver en esa diversidad una enorme riqueza. Mi padre me enseñó, desde muy pequeña, a combatir la discriminación hacia cualquier grupo marginado y así lo he hecho siempre desde el espacio en que me he encontrado en cada momento. Es algo que va conmigo.